México, con su vasta geografía, ofrece un clima tan diverso como sus paisajes. Desde el cálido sol que ilumina las playas caribeñas hasta el aire fresco que envuelve las montañas del centro, cada región tiene su propio encanto climático. En el norte, los veranos pueden ser intensamente calurosos y los inviernos sorprendentemente fríos, mientras que en el sur, la humedad tropical marca las estaciones con lluvias refrescantes. La Ciudad de México disfruta de temperaturas templadas casi todo el año, y en la Riviera Maya, el calor y la brisa marina son compañeros constantes.