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La ciudad italiana más trendy

Qué ver en Milán en 3 días: plan de finde

Conoce la capital de Lombardía

Opciones para el fin de semana: hacer la compra del mes en el supermercado, maratón de series atrapado en el sofá o... ¡conocer una de las ciudades italianas más trendy! Si todavía te lo estás pensado es que aún no sabes todo lo que hay que ver en Milán en un fin de semana. Despejamos dudas con un plan para tres días en la capital de Lombardía.

No pierdas tiempo, ¡el viaje empieza desde casa!

Cuando viajas de fin de semana es muy importante tenerlo todo bien atado. Si quieres aprovechar al máximo cada minuto conviene que no dejes nada al azar. Aterriza en Milán con la tarea hecha: algunos conocimientos previos sobre la ciudad y la reserva de dos noches en un buen alojamiento. 
Ya que dispones del tiempo justo, a la hora de reservar hotel en Milán no olvides hacerlo en un sitio céntrico y bien comunicado con las principales atracciones de la ciudad. Evitarás los desplazamientos complicados y sentirás que formas parte de la vida urbana durante toda tu estancia. 
En cuanto a la ciudad, ¡qué se puede decir! La “Capital de la moda” tiene casi 1,5 millones de habitantes, cuenta con la red de metro más amplia de Italia (4 líneas y 83,2 km de recorrido), su símbolo es el dragón (il biscione, que reconocerás en algunas de las fachadas más ilustres) y es la cuna del panettone, el tradicional postre que no debes perderte si viajas en época navideña. EL resto de curiosidades y datos históricos es mejor que los conozcas directamente sobre el terreno con este plan para descubrir Milán en un fin de semana.

Escapada express: ¿qué ver en Milán en 3 días?

La capital lombarda es un estupendo destino para una visita de fin de semana. Con que llegues el viernes por la tarde y te marches el domingo después del almuerzo, tendrás tiempo suficiente de conocer sus principales atractivos. 
La primera tarde estará dedicada a la toma de contacto. No te costará en absoluto adaptarte al ritmo de esta vibrante ciudad: en cuanto pones un pie en la Piazza del Duomo ya te sientes parte de ella. Si llegas antes de las 19.00 h tienes la posibilidad de visitar el interior de la catedral, uno de los templos góticos más importantes del mundo. Si no, puedes posponer la visita al sábado por la mañana o simplemente admirar esta gran obra desde el exterior. “Es un poema de mármol”, que diría el escritor Mark Twain. 
La idea es que antes de regresar a tu alojamiento tengas una visión general de la ciudad, así que la visita continuará por la Galería Vittorio Emmanuele II que te abre el paso al teatro más famoso del mundo, La Scala, reconstruida y reestrenada tras la II Guerra Mundial. Si callejeas un poco por la zona te darás cuenta de que estás rodeado de tiendas de lujo y de un ambiente muy distinguido. ¡Es el Quadrilatero d’Oro! Una buena forma de cerrar el día por todo lo alto.

¿Has descansado bien? Retoma la jornada en la Piazza del Duomo para subir a la terraza de la catedral si ayer no tuviste tiempo: tendrás unas vistas estupendas de la ciudad y una idea de todo lo que te queda por hacer. Hoy el recorrido se centrará en el área suroeste de la urbe, donde se encuentran algunas de sus iglesias más destacadas: San Ambrosio y el famoso sarcófago de Stilicho; el santuario de Bernadino alle Ossa y sus paredes decoradas con huesos y calaveras; San Lorenzo Maggiore y sus columnas traídas desde Roma y el arco de Porta Ticinesa, puerta de entrada al barrio de Navigli y sus dos canales. Es una zona repleta de cafés y restaurantes, la más animada durante las noches milanesas. Hora de tomarse un descanso.
No querrás abandonar la ciudad sin haber contemplado una de las obras más célebres de Leonardo da Vinci, ¿verdad? La famosísima pintura mural de La última cena se encuentra en el refectorio del convento de Santa María delle Grazie. Debería ser tu primera parada del domingo, así que reserva tus entradas online antes de salir de viaje. Una vez hecha la visita de rigor, puedes dedicar la mañana a pasear por el Parco Sempione hasta la Torre Branca y el Castello Sforzesco. Un helado del Venchi o del Ciacco te dejará con muy buen sabor de boca al final de este recorrido express por Milán. 

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