De ruta por A Coruña y la Costa da Morte

Recorre el litoral coruñés en compañía del influjo de las meigas, las misteriosas luces de los faros y el poder sanador de la naturaleza en su estado más puro. Sólo necesitas establecer un campamento base, que por su excepcional ubicación podría ser el ibis Styles A Coruña, y preparar la mochila para un itinerario desde Malpica hasta Finisterre por carreteras secundarias, villas marineras y playas kilométricas. Como dice la canción de Manolo García, si te parece puedes bajarte de vez en cuando del coche y hacer el recorrido “un ratito a pie y otro caminando”. ¡Opciones no te van a faltar!

1. Cabo de San Adrián. En lo alto de un promontorio se erigió en el siglo XV una ermita dedicada a San Adrián. Desde su mirador tendrás unas vistas espectaculares del pueblo costero de Malpica y de las Islas Sisargas.

2. A Pedra da Serpe. Una serpiente alada aparece grabada en relieve sobre esta misteriosa piedra cerca de la aldea de Gondomil. La localizarás fácilmente porque con posterioridad se le añadió una cruz de piedra. Se cree que este grabado, único en Europa, es de origen romano, aunque tiene ciertas semejanzas con los iconos de las culturas precolombinas.

3. Playa de Traba. Sobre un espectacular paisaje dunar se extiende esta playa de más de tres kilómetros de longitud en la que habitan infinidad de especies endémicas. Un lugar de extraordinaria belleza natural en el que podrás sacar unas fotos alucinantes. 

4. Dólmenes de Vimianzo. Estas construcciones de piedra de carácter funerario han aguantado el paso de 5.000 años. En el concejo de Vimianzo se encuentra una de las concentraciones de dólmenes más importantes de Galicia. Te parecerá que surgen de forma mágica mientras paseas por sus aromáticos bosques de eucalipto.

5. Faro de Cabo Vilán. En este agreste lugar se erigió el primer faro eléctrico de España allá por 1896. El edificio en el que vivía la familia del farero y el faro se comunican a través de un túnel de 50 metros para evitar las inclemencias del tiempo. Ahora hay un importante centro de interpretación en el que se estudian las señales marítimas, los naufragios y la historia de otros faros de la Costa da Morte.

6. Cementerio de los ingleses. Cientos de milladoiros (montículos de piedra) rinden homenaje a los 142 marineros que perdieron la vida durante el naufragio del buque HMS Serpent en 1890. Estas piedras y el intenso oleaje de la zona recuerdan por qué esta zona del litoral gallego recibe el nombre de Costa da Morte.

7. Santuario de la Virgen de la Barca. Lugar mágico, místico y sagrado a partes iguales. Las enormes piedras en torno a este santuario están repletas de leyenda. Se dice que son los restos de la barca en la que viajaba la virgen que da nombre a este lugar repleto de espiritualidad.

8. Cascada de Ézaro. Imagina lo impactante que debe ser encontrarte de repente con una cascada de 40 metros de altura que vierte sus aguas al mar. Eso es precisamente lo que hallarás en este enclave natural cuyas vistas más espectaculares las obtendrás desde el Mirador de Ézaro en Dumbría.

9. Hórreo de Carnota. En una ruta por tierras gallegas no podía faltar la visita a una de sus construcciones más tradicionales: el hórreo. Este almacén de cereales erigido sobre pilares de piedra data del siglo XVIII y tiene una longitud de 34,74, siendo uno de los más largos de Galicia.

10. Cabo Finisterre. Qué mejor lugar para acabar tu ruta por la Costa de la Muerte que el lugar preciso en el que acaba el mundo. Cabo Finisterre no es sólo el final de tu recorrido turístico. Ya desde la Edad Media muchos peregrinos finalizaban aquí su ruta después de visitar Santiago de Compostela y también los peregrinos modernos dirigen sus pasos hasta este lugar en el que encontrarás el Km.0 del Camino de Santiago con más historia.