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Itinerario de finde para recorrer y saborear Navarra

Robledales milenarios y senderos con todavía más historia que los propios árboles que los flanquean llenan de color y de leyenda las tierras navarras. ¿Sólo dispones de un fin de semana y te gustaría conocer lo más simbólico de estos parajes? Aventúrate en este itinerario de dos días y descubre lo más interesante de la comunidad foral en un tiempo récord.

¿Qué ver en Navarra si sólo dispones de un fin de semana?

Una buena ubicación resulta fundamental para un recorrido exprés como éste. El hotel ibis Styles Pamplona Noain te ofrece, entre otras muchas ventajas, una ubicación inmejorable: está justo en el centro de todos los parajes que recorre esta ruta de fin de semana por Navarra. ¿A qué esperas para hacer tu reserva?

Bárdenas Reales. Esta  zona semidesértica, declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO, presenta uno de los paisajes más inquietantes no sólo de Navarra sino de todo el territorio peninsular. Sus dunas rocosas componen un monumental desierto que en más de una ocasión ha llamado la atención de las grandes producciones del cine y la televisión. No todas las zonas de la reserva son visitables, pero entre sus más de 42.000 hectáreas de extensión seguro que encuentras el lugar perfecto en el que recrear escenas de Juego de Tronos o de las películas de James Bond. ¡Una visita de cine!

Castillo de Olite. A unos 42 kilómetros de Pamplona encontrarás la localidad de Olite, hogar de la realeza navarra durante la Edad Media, cuando estas tierras vivieron su máximo esplendor. El castillo de Olite fue una residencia palaciega de auténtico lujo y todavía en la actualidad sigue siendo uno de los ejemplos de arquitectura gótica mejor conservados. Sus torres almenadas, sus pasillos de ronda y sus elegantes ventanales seguro que te sirven de inspiración para montarte tu película de princesas y caballeros.

Foz de Lumbier. Los cañones son formaciones naturales muy comunes en el paisaje navarro, pero en tan solo un fin de semana no ibas a tener tiempo de verlos todos. Para quitarte esa espinita puedes visitar la Foz de Lumbier, el más cercano a la capital. Es el resultado de la erosión provocada por la fuerza del río Iriati sobre la piedra caliza. Unas hermosas formaciones que podrás apreciar a lo largo de un recorrido de algo más de 6 kilómetros, practicable tanto a pie como en bicicleta.

Selva de Irati. Sólo la Selva Negra de Alemania supera en extensión a este magnífico bosque que indica el comienzo de los Pirineos. Se puede visitar durante todo el año, pero si tienes la opción de hacerlo durante el otoño, mucho mejor. En esta época los contrastes de colores son espectaculares y te llevarás una magnífica impresión de este paraje. Un lugar estupendo para amantes de la fotografía y de las largas caminatas. 

Pamplona. Añade un interesante punto de ocio urbano y gastronomía dedicándole unas horas a la capital de la provincia. La mítica calle Estafeta, por la que pasan los toros durante los encierros de San Fermín, es un escaparate de pintxos que te abrirán el apetito en cualquier momento del día. Para los pamplonicas el poteo (salir de bares y aperitivo) es religión. Si quieres introducirte en la vida cultural y social de la ciudad no puedes volverte a casa sin probar los fritos de la Hostería del Temple, la tortilla con jamón y ali oli del del Iruñazarra o los calamares bravos de La Mejillonera.

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