Aprovecha que Valladolid es la Capital Mundial de la Tapa y regálate una escapada gourmet para disfrutar de sus populares concursos gastronómicos.
Una ciudad para paladares exigentes
Sólo hay algo más aromático y cautivador que la primavera en Valladolid: sus jornadas gastronómicas. Cada año, durante la segunda semana de noviembre, la ciudad acoge tres de los eventos culinarios más importantes del país: el Concurso Nacional de Pinchos y Tapas, el Campeonato Mundial de Tapas y el Festival Mundial de la Tapa. Con este currículum nadie pone en duda que la capital se ha consolidado como todo un referente de la gastronomía a nivel internacional.
Como Capital Mundial de la Tapa, Valladolid eleva a la categoría gourmet el formato más característico de la gastronomía española. Esa tapita que tan pronto te resuelve el desayuno como te quita el hambre antes del almuerzo o te sirve como pretexto para reunirte con unos amigos durante la tarde. Sólo que en esta ocasión, lo tradicional adopta su versión más exquisita. El objetivo: deleitar a los paladares más exigentes con sabores exóticos y originales que le dan una vuelta de tuerca a lo convencional.
Más de medio centenar de cocineros de todo el mundo se disputan cada año la victoria. No es de extrañar que el nivel de exigencia se supere en todas las ediciones, poniéndoselo muy difícil al jurado. En cambio, tú como visitante lo tienes muy fácil.
Reservas tu habitación en hotel ibis Valladolid, un hotel muy bien conectado, y te escapas unos días para degustar las versiones que los bares hermanados con los chefs finalistas hacen de los platos en competición. Los certámenes que se celebran entre el 3 y el 11 de noviembre son un buen telón de fondo para no perder de vista lo más novedoso en propuestas culinarias. Pero lo cierto es que las tapas de esta ciudad te sabrán igual de bien en cualquier momento del año.
No en vano, desde hace ya tiempo está en funcionamiento una curiosa iniciativa que se llama “Jueves de tapas”. Una invitación para que por sólo 2,50 € la tapa recorras locales populares como Los Zagales, con su “Trufa de chipirón”, El Mosquito y su “Piruleta de ternera” o el Quijotic y su “Sombrero”. Platos originales con los que ir haciendo boca en una escapada para chuparse los dedos.
