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Deleita tu paladar en Roma

Sabores de Roma para amantes del turismo gastronómico

Roma es un paraíso gastronómico. Un lugar donde las pastas, las pizzas y los helados alcanzan el Olimpo de los dioses. Eso sí, hay que saber elegir los restaurantes, trattorias y tascas más auténticas para saborear la esencia de una cocina eterna

El Coliseo, la Fontana di Trevi, la Piazza Navona, el Vaticano… y la gastronomía. En Roma las pizzas y las pastas que se elaboran en algunos lugares y que se sirven en pequeños puestos, son una puerta abierta al cielo. No estamos hablando de alta cocina ni de vanguardia gastronómica. Lo que maravilla en Roma es la esencia de unos platos que allí saben diferente.

Los productos frescos y de calidad, además de un mimo exquisito a la hora de elaborarlos son la clave. Muchos pueden pensar que un plato de pasta no tiene ciencia, pero claro que la tiene, y mucha. Para comprobarlo, nada mejor que seguir estas recomendaciones con las que los amantes del turismo gastronómico podrán iniciar un idilio inquebrantable con la Ciudad Eterna.

Eso sí, cuando penséis en visitar Roma hay que tener muy presente el capítulo del alojamiento. Una reserva con antelación es un punto clave, sobre todo cuando busquéis hoteles en el centro de Roma. Una sugerencia es el hotel Mercure Roma Centro Coliseo, justo al lado del monumento más simbólico de la ciudad. Este enclave permite moverse con absoluta comodidad por la urbe y gozar de un alojamiento moderno y cómodo antes de lanzarse al festín gastronómico romano.

Dulces y saladas sugerencias a la hora de visitar Roma

Cuando hagáis turismo gastronómico en Roma hay que tener claro una serie de conceptos. Es un fundamental huir de los restaurantes turísticos, en los que un relaciones públicas intenta atraer clientes a la puerta. La mayoría de estos establecimientos se encuentran, como no podía ser de otra forma, en los principales epicentros turísticos y su entorno. Por ello es mejor apartarse a calles más perdidas y tranquilas. Además, las cartas de los auténticos restaurantes romanos ofrecen platos que se alejan del “sota, caballo y rey” típico.

Con estos consejos, os haréis una pregunta: ¿Cuáles son los mejores lugares para disfrutar de la auténtica gastronomía italiana? Los restaurantes, trattorias y tascas donde comen los romanos, sin más misterios.

Vamos a poner algunos ejemplos. Uno de los mejores lugares para disfrutar de los verdaderos espaguetis a la carbonera (¡con nata no, por favor!) es la Trattoria do Danilo (Via Petrarca, 13), muy cerca de la plaza Vittorio Emanuele. Hablando de trattorias clásicas, minúsculas y muy baratas, no podemos dejar de mencionar Da Giovanni, en la Via della Lungara, 41 junto al río Tiber. Un clásico donde te ponen lo que hay y a unos precios irrisorios.

Si nos queremos deleitar con alguno de los platos más típicos romanos como los espaguetis cacio e pepe (con aceite, pecorino romano y pimienta), los rigatoni con la pajata (tomate, ternera y verduras) o las carciofi alla giudia (alcachofas fritas) se puede acudir al Giggetto al Portico d’Ottavia (Via del Portico d'Ottavia, 21/a, junto a la Gran Sinagoga). Es un restaurante más caro, pero de una calidad incuestionable.

También tenemos consejos para paladear las genuinas pizzas romanas como no podía ser de otra manera. La Pizzeria Da Baffetto, en la Via del Governo Vecchio 114, junto a la Piazza Navona, es un imprescindible en la capital italiana. Eso sí, habrá que esperar una pequeña fila para lograr recibir la recompensa de una pizza de muchos quilates. Justo al lado se encuentra La MonteCarlo (Via Alessandria, 106), con un estilo muy similar. Y una tercera recomendación Ai Marmi, en la Viale di Trastevere, 53/57, al lado de la Basílica de Santa María en Trastevere, ofrece, además de pizzas, deliciosas bruschettas, uno de los antipasti más populares de la cocina italiana.

Del salado al dulce: En Roma también hay que deleitarse con los helados con sabores tradicionales que muchos ya tendrán olvidados. La Gelateria Giolitti, en la Via degli Uffici del Vicario, 40, está considerada la heladería oficial del Vaticano y cuando probéis sus bolas cremosas os explicaréis el por qué. Frigidarium, en la Via del Governo Vecchio, 112, junto a la Piazza Navona, es otra buena recomendación para probar, por ejemplo, el típico tartufo de pizzo, un helado que tiene en su interior chocolate fundido.

El aperitivo, una costumbre sagrada y una alternativa para cenar

En España normalmente relacionamos el aperitivo con un pincho o tapa que se toma antes de comer. En Italia no tiene nada que ver, la hora del aperitivo es en torno a las 6 o las 7 de la tarde, antes de cenar. Incluso algunos lo utilizan como una cena más ligera. Los establecimientos que los sirven ofrecen a los clientes una bebida, que puede ser una cerveza o un vermut, con un bufé de pastas, ensaladas, embutidos de la zona, etc. Suele durar hasta las 9 de la noche y el precio ronda los 10 euros.

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