15 diciembre 2025
5 minutos
Descubre el mar de olivos más grande de Europa en la provincia andaluza de Jaén y prueba el aceite de oliva virgen extra más aclamado de España en pueblos con encanto y tradición.
15 diciembre 2025
5 minutos
La provincia de Jaén es un despliegue de historia, naturaleza y gastronomía, ligados por su galardonado aceite de oliva virgen extra (AOVE), producto de sus 66 millones de olivos. No en vano, esta región posee la mayor superficie olivarera del mundo, lo cual se refleja en su cultura y tradiciones. Sus fiestas y modos de vida, ligados a la cosecha, te sorprenderán por su autenticidad y hospitalidad. La infinitud de los olivos de Jaén compite en belleza con las ciudades renacentistas de Úbeda y Baeza o con los senderos naturales de la Sierra de Cazorla. Ven a catar este «oro líquido» en fincas y almazaras, y disfruta Jaén con los cinco sentidos.
Seguramente hayas degustado infinidad de platos con aceite de oliva, pero el AOVE de Jaén es un producto de otro nivel. Aquí, el olivo se venera como un símbolo del esfuerzo, la tradición y la conexión con la naturaleza, y su aceite, en sus distintas variedades, realza aún más su gastronomía. Adéntrate en este manto verde, acabarás viendo al olivo no solo como un árbol, sino como una herencia, un orgullo y una cultura.
Durante siglos, generaciones de jornaleros jiennenses han ido forjando una identidad que define a toda la provincia y han creado un aceite de oliva de prestigio internacional. Pero detrás de cada botella, hay mucho esfuerzo, sacrificio y compañerismo. Con el comienzo de la campaña, familias enteras bajan al olivar; tradicionalmente, los hombres varean y las mujeres seleccionan la aceituna. Las cuadrillas se reúnen al alba con sus remolques, desayunan y se reparten la dura faena. Lo mejor viene al final de la recolección con la butifuera, una comida campestre comunitaria donde las familias dan las gracias por la cosecha y comparten anécdotas. Es una fiesta improvisada, humilde y auténtica.
Dentro de la gran variedad de AOVE, Jaén produce tres tipos especialmente destacados que definen su gastronomía:
Ahora que ya conoces un poco mejor la importancia del aceite en esta región, es hora de explorar algunos de los rincones con más tradición olivarera de la provincia. Además, algunos de ellos también forman parte de los pueblos más bonitos de Jaén, donde pasear por sus calles históricas, unirse a una cata y contemplar el paisaje se convierte en una experiencia inolvidable.
Estas dos ciudades de magnífica arquitectura renacentista, declaradas Patrimonio de la Humanidad, son de visita obligada para entender el alcance de la cultura oleícola de la región. Pasea por sus plazas y calles empedradas, visita almazaras y tiendas especializadas, y explora palacios majestuosos. Úbeda, monumental y luminosa; y Baeza, silenciosa y académica, separadas por apenas 9 km, te ofrecen un balcón privilegiado al paisaje infinito de los olivos de Jaén.
No te pierdas: la celebración del AOVE temprano en noviembre, una tradición local, con catas, desayunos molineros, jornadas gastronómicas y actividades en torno al aceite.
En la ladera del Cerro de la Peña, rodeado de olivos, se extiende esta localidad de origen prehistórico, considerada la «cuna del olivar» y primer productor de aceite de oliva del mundo. Visita su encantador centro histórico y sube al Castillo de la Peña, un mirador privilegiado. Esta ciudad siente con orgullo el trabajo de generaciones de aceituneros locales; forma parte de su ritmo de vida, sobre todo, durante la recogida de la cosecha, cuando las calles se llenan de jornaleros.
No te pierdas: la Fiesta de la Aceituna cada 8 de diciembre, una celebración emblemática que marca el inicio de la campaña, rindiendo homenaje al aceitunero y degustando un buen desayuno con AOVE picual temprano.
La Sierra de Cazorla es el escenario perfecto para combinar tradición, olivar de montaña y paseos por la naturaleza, ya que se encuentra en el parque natural más grande de España. En Cazorla, entre ríos y olivares escalonados, se produce el AOVE Royal, único en el mundo. Está muy cerca del caserío de La Iruela, desde cuyo castillo puedes contemplar la espectacular campiña y fincas en las que se organizan catas. Sierra Mágina, por otro lado, es más rural y montañosa, plagada de pequeños pueblos tradicionales como Bedmar, donde el galardonado picual de montaña es el protagonista.
Situadas al norte de Jaén, estas dos localidades se caracterizan por sus aceites prémium y su identidad propia. Bailén, de origen íbero y romano, tiene una tradición oleícola muy arraigada que combina con tecnología punta y almazaras modernas e innovadoras. La cerámica bailenense, con sus grandes orzas aceiteras, también es muy apreciada. La Carolina, creada en el siglo XVIII y repoblada por colonos centroeuropeos, es una fusión cultural ligada al olivar y a la minería. Su trazado urbano ilustrado es un ejemplo de eficiencia.
Curiosidad: los colonos de La Carolina, principalmente alemanes y flamencos, aprendieron a varear y técnicas de cultivo de agricultores locales, creándose esta unión tan singular.
En las localidades anteriores y en otras igualmente destacadas encontrarás una oferta variada de experiencias en torno al olivo. Desde catas, visitas y talleres hasta recorrer antiguos caminos en los que se transportaba la cosecha, puedes completar tu visita con alguna de estas actividades.
Estas son algunas propuestas y consejos útiles para que disfrutes plenamente del llamado «oro líquido» de Jaén:
Pasear entre los olivos de Jaén es otra manera de conocer esta tierra en conexión directa con la naturaleza, disfrutando del aroma y del silencio. Una de las rutas más destacadas es la Vía Verde del Aceite, un sendero de 128 km que, partiendo de Jaén capital, sigue el trazado del antiguo tren del aceite hacia Córdoba. Es prácticamente llana, así que también puedes hacerla en bicicleta, entera o en tramos. Otro sendero, ideal para descubrir olivos gigantes, es la Ruta de los Olivos Centenarios en Martos, con unos 5400 olivos de 500 años de media. Se trata de una ruta circular de unos 18 km, perfecta para recorrerla a pie. Si te gusta montar a caballo, Andújar tiene un turismo ecuestre muy activo. Contacta con un centro especializado para organizar una ruta que combine paseo, visita a una finca y cata.
Otra manera de acercarte a la cultura olivarera de Jaén es asistiendo a alguno de sus eventos. Cada dos años, profesionales y productores se reúnen en la capital en Expoliva, la feria internacional más importante del sector. Otra feria bienal muy destacada es Futuroliva, celebrada en Baeza, de ámbito provincial y más centrada en la gastronomía y el oleoturismo. Si visitas Jaén en noviembre, no te pierdas la Fiesta Anual del Primer Aceite de Jaén, que da el pistoletazo de salida a la nueva campaña, con degustaciones, talleres y música. Además, consulta la programación de la Ruta del Aceite, una iniciativa cargada de experiencias olivareras entre octubre y diciembre.
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