De tapas por Barcelona: disfruta como un local

Las tapas son una parte fundamental de la cultura en España. Salir de tapeo no es solo una experiencia culinaria, sino un evento social. Con amigos o con la familia, sentarse a la mesa o encontrar un hueco en la barra y compartir platos es todo un ritual. Si quieres empaparte del estilo de vida de la capital catalana, no dudes en mezclarte con la gente en uno de sus muchos bares de tapas.

Para disfrutar de tapas en Barcelona de manera tradicional, no te pierdas estos clásicos: patatas bravas, tortilla de patatas, pa amb tomàquet, pimientos de Padrón, jamón ibérico y tablas de quesos, que combinan especialmente bien con una copa de vino o un vermut.

El tour de tapeo por Barcelona comienza en el Eixample, entre el casco antiguo y Gràcia, donde podrás contemplar la Barcelona modernista. A finales del siglo XIX, cuando el casco antiguo se había quedado pequeño para toda la gente que vivía en la ciudad, el visionario urbanista Ildefons Cerdà diseñó el barrio que se extiende a derecha e izquierda del famoso Passeig de Gràcia siguiendo un trazado en forma de tablero de ajedrez. Entre las manzanas cuadradas y las casas de estilo modernista se alza hoy la maravillosa y fantástica Sagrada Familia de Antoni Gaudí.

Aunque la mayoría de los clientes se sientan en la terraza para contemplar las espectaculares vistas de la Sagrada Familia, el principal atractivo de Madre Taberna Moderna son sus tapas tradicionales. En este local de ambiente relajado, es fácil caer en la tentación de probar toda la carta, donde encontrarás tapas clásicas como patatas bravas, tortilla, croquetas, calamares o jamón ibérico. Es el plan perfecto antes de sumergirte en el bullicio que rodea al símbolo de Barcelona.

• Av. de Gaudí 11
• Abierto de domingo a jueves de 11:00 a 00:00, viernes y sábado de 11:00 a 1:00
• De 20 a 40 € por persona

En Contracorrent están comprometidos con el estilo slow food. Esto significa que aquí las tapas se preparan con mucho amor y con ingredientes frescos y locales, con un toque sorprendente. Los chefs se han propuesto reinterpretar las tapas clásicas e incorporar sus raíces italianas. Son especialmente populares la ensaladilla rusa de pollo a l'ast, una original variante de la clásica ensaladilla rusa, y el cap i pota, un plato típico catalán a base de ternera, que aquí se combina con tartar de gambas rojas. Para acompañar, hay una amplia selección de vinos naturales catalanes.

• C. de Ribes 35
• Abierto de martes a jueves de 19:00 a 22:30, viernes y sábados de 13:00 a 16:00 y de 19:30 a 22:30
• De 30 a 50 € por persona

En El Born, en el casco antiguo, se muestra otra imagen de Barcelona: en lugar de los edificios uniformes tan típicos del Eixample, aquí se pasea entre gruesos muros y construcciones medievales de los siglos XIV y XV, a lo largo de idílicas callejuelas y amplias plazas. En los últimos años, después de que artistas y estudiantes descubrieran la zona, El Born se ha convertido en un barrio de moda. Esto también se refleja en los platos: en La Ribera, que es como se llama realmente el barrio, abundan los bares de tapas que se han especializado en variaciones modernas de las tapas catalanas.

A la sombra de la basílica de Santa María del Mar se esconde un auténtico bar de moda y, con un poco de suerte, podrás conseguir una de las mesas junto a la gran ventana. Mientras degustas tapas creativas en Barcelona, como puerros asados con sardinas ahumadas, frutos secos y granada, que no solo están deliciosas, sino que también están muy bien presentadas, podrás contemplar la catedral situada enfrente. Son especialmente recomendables los rovellones, típicos del otoño.

• Pg. del Born 4
• Abierto de martes a domingo a partir de las 13:00
• De 20 a 40 € por persona

En la encantadora terraza de este moderno restaurante, escondido en el patio interior de un edificio antiguo, podrás dejar atrás por un momento el bullicio de Barcelona y mezclarte con los lugareños. En un ambiente acogedor, entre muebles de colores y estanterías, los alumnos de la escuela de cocina sirven platos y tapas clásicas españolas con influencias internacionales de sus países de origen, a precios razonables. Los ingredientes proceden principalmente de productores locales y del comercio justo. Detrás del restaurante al aire libre Mescladís del Pou hay un proyecto social que ayuda a los jóvenes inmigrantes a establecerse en Barcelona.

• Carrer dels Carders 35
• Abierto de lunes a viernes de 10:00 a 21:00, sábados y domingos de 9:00 a 21:00
• De 10 a 20 € por persona

En un pequeño callejón cerca del Museo Picasso, encontramos un espacio de contrastes. En una rústica bodega abovedada de estilo medieval, la carta ofrece deliciosas tapas tradicionales con influencias de la cocina catalana y norteafricana reinterpretadas de manera creativa. No te pierdas las croquetas de manzana picante al curry, los dátiles Medjool envueltos en tocino y las patatas con alioli vegano de ajo negro y soja caramelizada.

• Carrer de Grunyí 5
• Abierto todos los días de 13:00 a 23:30
• De 20 a 30 € por persona

Gràcia parece un pequeño pueblo dentro de la ciudad. En este barrio alternativo de artistas y estudiantes, que se extiende al noroeste del Eixample, el ritmo es más tranquilo que en el resto de Barcelona. Las estrechas y sinuosas callejuelas están bordeadas de pequeños bares y cafeterías, galerías, librerías y boutiques. En lo alto de una colina se encuentra el parque Güell de Gaudí, con sus miles de mosaicos y docenas de esculturas. Con su encanto inconfundible y su carácter rural, Gràcia no solo es un lugar maravilloso para pasear y olvidarse del tiempo, sino también para degustar unas deliciosas tapas en Barcelona en un ambiente informal y menos turístico.

En el Bar Bodega Quimet podrás vivir de cerca la Barcelona antigua, ya que el encanto de antaño se ha conservado en esta acogedora bodega. Las paredes están decoradas con viejas barricas de madera, botellas de vino y vermut, y pizarras. En las mesas, muy juntas unas con otras, se sientan sobre todo lugareños y vecinos. Se charla, se degusta y se bebe vermut casero que, por cierto, también te puedes llevar a casa como regalo. En este tradicional bar en Barcelona de tapas y vinos, se sirven pequeños bocados elaborados con ingredientes regionales, entre los que no faltan los clásicos como el jamón ibérico, el queso o las conservas de pescado. Como suele llenarse, sobre todo por las tardes, es recomendable tener paciencia o reservar con antelación.

• Carrer de Vic 23
• Abierto de lunes a viernes de 10:00 a 16:00 y de 18:00 a 23:00, sábados de 11:00 a 16:00 y de 18:00 a 23:00, domingos de 11:00 a 16:00
• De 10 a 20 € por persona

Por la noche, también se puede disfrutar de un ambiente acogedor a pocas calles de distancia. Las paredes de este rústico y original bar de tapas en Barcelona están cubiertas hasta el último centímetro con cordiales saludos. Innumerables clientes ya han dejado aquí su huella. Las personas que ocupan los cómodos taburetes y las mesas de madera oscura son muy variopintas, pero a todas se les iluminan los ojos cuando llegan a las mesas o a la barra las aromáticas tapas, como las patatas bravas, los calamares fritos con mayonesa de kimchi o las croquetas ibéricas caseras. Sin embargo, la estrella secreta son los «pepitos». Originalmente rellenos de ternera, en La Pepita estos bocadillos calientes también se sirven en versión vegetariana o de pescado.

• Carrer de Còrsega 343
• Abierto todos los días de 13:00 a 1:30
• De 20 a 30 € por persona

La última parada de nuestro recorrido de tapas por la capital catalana nos lleva a La Barceloneta. Entre el casco antiguo, el puerto viejo y el mar Mediterráneo se extiende el antiguo barrio pesquero, hoy en día una zona residencial muy cotizada. Al fin y al cabo, está frente a una de las playas más bonitas de Barcelona. En las largas y estrechas callejuelas que atraviesan el barrio de norte a sur encontrarás una de las tapas más tradicionales de Barcelona: la bomba. Se trata de una especie de bola de patata rellena de carne picada que, al igual que las patatas bravas, se sirve con alioli o salsa brava picante.

Desde fuera, el pequeño local de pescadores de la calle del Baluard, número 56, pasa desapercibido. Casi se podría pasar de largo si no fuera por los pequeños grupos de gente (sobre todo lugareños) que se agolpan en la acera. Una vieja pizarra indica los platos caseros que se pueden degustar en La Cova Fumada. Destacan las bombas, que cuentan que se inventaron hace muchos años en este pintoresco restaurante. La receta exacta es un secreto familiar muy bien guardado, pero dicen que son las mejores de la ciudad. No es de extrañar que la gente haga cola todos los días. Así que si quieres probar tapas catalanas en un ambiente auténtico en Barcelona, este es el lugar ideal.

• Abierto de lunes a viernes de 9:00 a 15:00, sábados de 9:00 a 14:00
• De 10 a 20 € por persona

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