Descubre el Mediterráneo en su mejor momento
Puedes viajar en pareja, con la familia o con tu grupo de amigos. Pero sea cual sea tu plan para esta escapada por las costas de Francia, escoge el mejor momento. ¿Cuál es la época ideal para viajar a la Costa Azul? Si vas con idea de sumergirte literalmente en la cultura mediterránea, es un requisito imprescindible viajar en verano.
Solo durante los meses de calor tendrás la oportunidad de disfrutar de las fantásticas playas de la Riviera Francesa, pasear por sus distinguidos jardines o perderte por las calles de los coquetos pueblos encaramados a la montaña.
No obstante, gracias a las opciones de hoteles en Niza, capital de la Riviera, disfrutarás de tu viaje costero en cualquier momento del año. Si el sol y la playa no son algo prioritario, los meses de invierno y primavera también tienen mucho que ofrecerte: el Festival de Danza de Cannes, el popular Carnaval de Niza o la Fiesta del Limón en Menton son algunas de las propuestas más interesantes para estas fechas.
Una escapada perfecta por la Costa Azul
¿Necesitas reponer fuerzas y olvidarte de la rutina durante algunos días? El sur de Francia se presenta como una opción estupenda para desconectar en un lugar en el que la belleza de lo simple y lo natural se combina con el lujo de los ambientes más exclusivos. Unos días bastarán para conocer lo mejor de la Costa Azul si incluyes estos destinos en tu plan de viaje.
1. Niza
La capital de la Riviera Francesa es una urbe moderna y cosmopolita a la que no le falta el encanto de las ciudades con historia. Si te das una vuelta por las callejuelas de la Vieja Niza entenderás por qué artistas de la talla de Matisse se sintieron tan atraídos por estas tierras. Date un paseo hasta lo alto de la Colina del Castillo y tendrás una perspectiva aún mucho más amplia del encanto del lugar.
2. Cannes
Ciudad mundialmente conocida por su festival de cine y por la Promenade de la Croisette, una de las calles comerciales con más caché de planeta. Aparte del glamour que se desprenden de sus bares y restaurantes más selectos, también puedes disfrutar de la historia de Francia paseando por las empinadas calles del barrio de Le Suquet y visitando el Museo de la Castre.
3. Saint-Tropez
La mismísima Brigitte Bardot popularizó las playas de Saint-Tropez a mediados de la década de los 50 del pasado siglo, cuando el turismo de playa en Francia aún tenía mucho recorrido por delante. En la actualidad, esta parte del litoral francés es uno de los destinos más exclusivos de la Costa Azul y en su puerto deportivo atracan yates de lujo procedentes de todos los rincones del Mediterráneo. Con todo, siguen quedando pinceladas de aquel sencillo pueblo pesquero que fue en sus orígenes. Puedes buscarlas desde las alturas durante una visita a la Ciudadela.
4. Antibes
Sigue las huellas de la obra de Picasso a través de su estancia en este elegante pueblo a orillas de la playa de La Gravette. El artista malagueño tuvo aquí su taller en una prolífica etapa en la que llegó a crear hasta 22 paneles para el Castillo de Grimaldi, reconvertido en un museo dedicado al pintor. El casco antiguo se encuentra rodeado por una muralla y es un laberinto de calles empedradas en las que las ventanas provenzales han tomado el protagonismo de las fachadas.
