Visita las ruinas de Dougga, una joya romana de la Unesco en Túnez

¿Te imaginas visitar unas ruinas «vivas»? Dougga nos habla de un pasado de prosperidad y convivencia entre tres culturas a través de su arquitectura, mosaicos e inscripciones.

Columnas columnas y un teatro bajo un cielo azul brillante de las ruinas romanas en Dougga, Túnez

Situadas al norte de Túnez, a 600 m sobre el nivel del mar, entre olivares y con magníficas vistas del valle a sus pies, se erigen las ruinas de Dougga, un enclave arqueológico protegido por la Unesco. Esta antigua ciudad númida, púnica y romana es una de las mejor conservadas del norte de África. Dicha convivencia de culturas lo convierten en un enclave fascinante, cargado de historia, arte y edificios que te transportan a un pasado remoto. La llamada «Pompeya africana» por el arqueólogo francés Louis Poinssot te abre las puertas a la vida cotidiana, las costumbres y los rituales que, aun singulares, han creado los cimientos de la vida moderna. Adéntrate por sus calles empedradas, descubre historias y curiosidades, y ten en cuenta algunos consejos prácticos para hacer que tu visita sea más memorable.

Recorre siglos de historia por las ruinas de Dougga

Cuando planifiques tu viaje a las ruinas de Dougga, prepárate también para viajar por más de dos mil años de historia. Piensa en antiguas civilizaciones, en personas que, en su día, rendían culto en los templos, regateaban en el mercado o llenaban de alboroto el teatro. Fíjate en los restos que nos quedan de estos mundos perdidos para hacerte una idea de cómo era la vida aquí. Para ello, contrata los servicios de un guía local autorizado, que te mostrará numerosos datos y curiosidades del sitio, o explora a tu aire. La siguiente ruta recomendada dura unas dos horas y media, y tiene un recorrido ascendente para que te resulte más fácil.

Una ruta recomendada entre columnas y mosaicos

  • Puerta de entrada y mercado: atraviesa el imponente arco semicircular, que marca el inicio de la calle principal de la ciudad. Aquí estaba el mercado; busca los huecos donde se colocaban las ánforas y restos del suelo empedrado original.

  • Foro y capitolio: el foro era el corazón de la ciudad y alberga el monumento más importante, el templo de Júpiter, Juno y Minerva. Admira el frontón tallado y sube la escalinata hasta el podio, a 10 m de altura.

  • Casas privadas y mosaicos: curiosea los domus (casas adineradas) bien preservados y sus mosaicos. Busca el nacimiento de Venus en la casa de Venus, el trébol de la casa del Trifolio y la fuente decorativa en la casa de la Cascada.

  • Termas de Licinio: entra en uno de los baños públicos segregados más completos del Magreb, donde los lugareños se aseaban, socializaban y hasta negociaban. Compuestas de vestuario, patio, salas de agua fría y caliente, etc., no te pierdas los canales subterráneos del hipocausto y las bóvedas.

  • Teatro romano: con capacidad para 3500 espectadores y tres zonas de graderío según la clase social, actualmente se aprovecha su acústica increíble para celebrar el Festival Internacional de Dougga en verano, con música, teatro y danza.

  • Basílica de la Justicia y templo de Saturno: estos edificios simbolizan la unión de la Dougga romana y racional con la africana y espiritual. Como curiosidad, el templo se creó sobre el santuario de Baal Hammon, dios cartaginés de la fertilidad y la cosecha; Saturno es su versión romanizada.

  • Mausoleo libio-púnico: accede por un pequeño sendero desde la calle principal a uno de los monumentos más antiguos del sitio (siglo II-I a. C.) y mejor conservado del norte de África, construido para una familia noble.

  • Santuario de Liber Pater: conoce este lugar de culto vinculado al dios del vino y la fertilidad. Entre sus fuentes, árboles y altares, los lugareños hacían ofrendas de vino, pan y flores. ¿Encuentras las inscripciones votivas?

  • Mirador: pasea por el tranquilo callejón de los Cítricos, con restos de umbrales, mosaicos y columnas, y sube al mirador, con vistas majestuosas del fértil valle del Oued Khaled.

Información útil: las ruinas están abiertas todos los días de 8:30 a 17:30 (invierno) y de 8:00 a 19:00 (verano). Entradas: 8 dinares tunecinos (unos 2,35 €) para no residentes.

Ruinas del teatro romano de Dougga en Túnez, con columnas y gradas de piedra bajo un cielo azul con nubes

Las ruinas de Dougga: donde la historia sigue viva

Tras visitar los rincones más destacados de Dougga, seguramente sientas curiosidad por conocer mejor cómo se creó este enclave tan singular y cómo era la vida cotidiana. Las inscripciones, los restos de columnas y edificaciones y, en general, el buen estado de conservación te permiten ahondar en la historia fascinante de estas ruinas. Prepárate para viajar a la Antigüedad.

Así surgió esta fascinante ciudad romana

Su nombre proviene de Thugga, un asentamiento númida (bereber) que ya existía antes de que llegaran los romanos, y data aproximadamente del siglo IV a. C. Su ubicación estratégica en la colina permitía no solo explotar las tierras fértiles, sino también, defenderse de invasores y controlar las rutas comerciales entre Cartago y el interior de África. Posteriormente, en la etapa púnica, Thugga aprovechó sus recursos agrícolas para crecer, erigiendo templos y altares que reflejan la importancia de la religión y la familia.


Tras la derrota de Cartago en el siglo II a. C., Roma comenzó a expandirse en la región y la ciudad pasaría a formar parte del Imperio Romano. Con el tiempo, llegaron las infraestructuras típicas de las urbes mediterráneas, así como calles pavimentadas, foros, basílicas, templos romanos, termas públicas y teatros. No obstante, las raíces de Dougga siguieron muy presentes, manteniendo cultos púnicos y libios junto a los romanos, creando una mezcla cultural única.


Busca en la zona central pavimentada del foro la inscripción que conmemora la elevación de Dougga a municipium romano, un hecho que evidencia su diversidad social, adaptabilidad y orgullo cívico.

El día a día en una comunidad agraria, tranquila y ritual

Imagina las ruinas que ves ante ti como una próspera ciudad con una rica vida social, donde convivían lugareños, mercaderes, soldados y esclavos. La base de su economía era la agricultura, especialmente, el cultivo de trigo, aceitunas, higos, uvas y cebada; esto dio lugar a un comercio muy intenso con distintas regiones del Imperio, así como a una diversidad del estatus social que se reflejaba en las viviendas. Agricultores y artesanos vivían en casas pequeñas y humildes en la parte baja de la ciudad, mientras que las familias más pudientes vivían en domus, equipados con patios centrales, cisternas privadas e incluso letrinas.


Los cargos principales, como magistrados, ediles o sacerdotes, eran ocupados por hombres procedentes de familias nobles. Los esclavos eran parte integral de la sociedad y, con el tiempo, podían comprar su libertad y prosperar. La estructura familiar era patriarcal, aunque la mujer era el pilar de la economía doméstica, participaba en cultos y podía poseer propiedades. Esta comunidad tan diversa socializaba y tenía contacto cotidiano en el foro, el teatro o las termas, pero sobre todo, participando en festividades religiosas, como desfiles, ofrendas agrícolas o celebraciones que veneraban divinidades africanas y romanas. Era, por tanto, una sociedad equilibrada, comunitaria y bastante sofisticada para su tiempo.

Ruinas romanas de Dougga con un templo visible a través de un arco de piedra

Consejos prácticos para visitar el yacimiento

Tanto si sigues la ruta recomendada, contratas a un guía o prefieres explorar lentamente sin rumbo fijo, debes tener en cuenta que las ruinas se encuentran en una colina abierta, expuestas a las extremas temperaturas estivales y al turismo. Cuando prepares tu viaje, sigue los consejos siguientes para aprovechar tu visita al máximo sin dejar tu huella en el enclave. Además, si viajas con niños, es conveniente que sigas una serie de indicaciones para que su visita sea lo más segura y divertida posible.

Cómo llegar y qué llevar

Si viajas en coche, Dougga se encuentra a unas dos horas de Túnez capital, a aproximadamente 110 km al suroeste. Es un recorrido muy bonito entre viñedos y colinas y, si no te apetece conducir, pásate por alguna agencia de turismo tunecina, ya que suelen ofrecer excursiones organizadas.


Disfrutarás más la visita en primavera, cuando la temperatura oscila entre 20 °C y 28 °C por el día y el cielo está despejado. Ten en cuenta que el yacimiento carece de zonas de sombra, así que lleva un sombrero, protector solar y agua. El calzado debe ser cómodo y antideslizante, preferiblemente cerrado. No hay restaurante en el sitio, pero a la vuelta, puedes hacer una parada en Téboursouk, una pequeña localidad a 5 km, famosa por su aceite de oliva y su cuscús de cordero y verduras.

Visitas con pequeños exploradores

Descubrir las ruinas de Dougga en familia puede ser una experiencia muy divertida y enriquecedora. Despierta su espíritu explorador con historias sobre gladiadores y teatros, dales pistas para que jueguen a encontrar templos o mosaicos, o lleva un cuaderno para que dibujen lo que vean o una cámara solo para ellos. Evita las calurosas horas centrales del día y, además de las recomendaciones básicas, lleva también un pequeño botiquín con tiritas y repelente para mosquitos, así como tentempiés ligeros (fruta, galletas o frutos secos). Deja que disfruten de este increíble espacio al aire libre, pero por su seguridad, es mejor que no se suban a muros altos ni zonas sin barandilla.

Recomendación de hotel: si decides alojarte en Túnez, el Novotel Tunis es una opción ideal para familias, equipado con piscina, spa, zona de videojuegos para los niños y aparcamiento para facilitar tus desplazamientos.

Conservemos este lugar histórico durante más siglos

Dougga recibe unas 50 000 visitas al año y, para que todos podamos seguir disfrutando de este tesoro arqueológico en el futuro, es muy importante que nos rijamos por unas normas esenciales. Debemos tratar el sitio como un museo al aire libre, donde no debemos tocar ni escalar esculturas ni muros. Ni que decir tiene que hacer pintadas o llevarnos algún resto o piedrecita como souvenir a casa está sancionado. Lo ideal es seguir las rutas señalizadas, de manera respetuosa y calmada, sin adentrarse en zonas acordonadas y evitando dejar basura. Recuerda que no está permitido fumar por riesgo de incendio; puedes hacerlo fuera o en la zona de descanso. Como ves, son reglas muy razonables de buenas prácticas para promover el turismo responsable, que contribuyen a preservar las ruinas.

Ruinas romanas antiguas de piedra en Dougga, Túnez, con colinas verdes y cielo azul de fondo

Visitar las ruinas de Dougga es mucho más que una simple excursión: es una auténtica experiencia cultural, espiritual y estética. Es uno de los legados mejor conservados del continente africano, que nos ayuda a conocer mejor la majestuosidad del Imperio romano, con un arraigo particular a las creencias y tradiciones locales anteriores. Anímate a explorar esta joya tunecina, con un valor que se acrecienta con el paso del tiempo.

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