Mercure Box Hill Burford Bridge Hotel

Including our honeymoon 40 years ago, our summer visit this year was a third one for us. Some things never change. Being a fine historic building, the façade looks the same as ever. The garden layout is similar, and the staff welcome and restaurant service remain excellent. The pool may not have been heated 40 years ago, but it is now, and although used by day visitors, there was little activity mid-week for life guards to manage. The wonderful walks behind the hotel up Box Hill and opposite to Denbies Hillside make this a great place to keep visiting. To include free parking, be sure to book direct rather than with an internet booking site.

Uno de los mejores hoteles de la zona reformando hace algunos años a causa de una inundación. El edificio es muy bonito y típico inglés - la renovación se ha hecho pero solo en recepción. Las habitaciones siguen siendo tradicionales y la pega es que hace frío, las ventanas muy antiguas y no cierran bien. El desayuno es correcto, el personal agradable

Ha quedado precioso después de la reforma y la habitación que me tocó esta vez también estaba mucho mejor que las de otras ocasiones. Además de ser mas grande y nueva tenía una terracita cerrada y daba directamente al jardín. El baño era más nuevo y amplio. Las camas siguen siendo amplias, cómodas y con varias almohadas. El personal muy amable tanto en recepción como en el restaurante. El desayuno sigue siendo muy bueno aunque eché de menos las mermeladas caseras. El caso de las cenas es otra cosa, cenamos un grupo grande y desde la hora que habíamos reservado hasta la que nos sirvieron pasó más de 1 hora y eso que nos tomaron nota con tiempo mientras tomábamos algo en el bar, y era un solo plato por persona. El pescado que era una especie de besugo pequeño no estaba mal, para mi gusto demasiado hecho y grasiento. Al parecer lo que fue un fracaso fue el plato de carne de cerdo. Los postres estaban bien, yo tomé el apple pie.

Estuvimos en Febrero del 2015, en una habitación tipo superior, y realmente nos encantó. La habitación era muy grande y limpia. El baño algo pequeño para las dimensiones de la habitación, aunque correcto. La distribución del hotel, debido a que sólo dispone de 2 plantas, es bastante liosa con mucho pasillo. En algunos casos puede resultar complicado el manejarse con el equipaje por las escaleras. El servicio del bar fue bastante malo y caro. El desayuno aunque parecía escaso, finalmente era suficiente. Algo lento. Lo mejor y el trato en recepción. Nunca nos pudimos pensar que llegaríamos al hotel algo tarde, y que nos recibiese un recepcionista con deje portugués, pero con un perfecto español. Agradecemos la amabilidad de Rafaél, que tuvo mucha paciencia dándonos explicaciones e información de todo. ¡Felicidades!

Está situado en mitad de la nada así que si quieres darte un paseo fácil no está. Las habitaciones depende de cuál te toque, porque tienen una zona reformada donde las habitaciones son más nuevas y están mejor. Si te tocan las que están en el edificio pincipal no has tenido suerte, suena la madera del suelo aunque está enmoquetada hasta casi la pared, y el baño es del año de los carromatos. Las puertas en época de lluvia (es decir, casi siempre) se hinchan y cuesta cerrarlas. El servicio es muy amable, eso sí. El desayuno rico y variado. A mi juicio el precio es abusivo lo mires por dónde lo mires, porque las ofertas que te ponen en su página de menos de 100 euros la noche nunca me han tocado, así que siempre he pagado más de 140 por noche y sumale el desayuno.