
10 a. m.: Desayuna junto al canal
Por la mañana, todavía con los ojos adormilados, puedes saborear un koffie verkeerd, el café con leche neerlandés, en The Pancake Bakery. Allí mismo puedes probar los poffertjes, dulces tradicionales del país. Comer estas esponjosas tortitas es un auténtico placer. Unos metros más allá, los canales reflejan el sol primaveral sobre los ladrillos de los puentes de Jordaan. Mientras comienza tu día en Ámsterdam, cierras los ojos y escuchas las conversaciones de tu alrededor, la luz salpica agua... ¡un placer a tu alcance!
12 p. m.: Deambulas por el mercado de flores
Después de caminar a lo largo de los canales, puedes descubrir el Bloemenmarkt, el mercado flotante de flores de Ámsterdam. A tu alrededor, los tulipanes se extienden hasta donde alcanza tu vista. Los vendedores te sonríen desde las barcazas atracadas en el canal Singel, y te explican cómo cultivar tulipanes en tu jardín... ¡al modo holandés! Tu mente quedará anestesiada con tanta variedad de colores. La primavera ha llegado de verdad.
1 p. m.: Un picoteo con especialidades locales en el Mercado de Albert Cuyp
Entre el chispeante bullicio del Mercado de Albert Cuyp, en el antiguo barrio obrero de Pjip, revoloteas de un puesto a otro. Con tus brazos repletos de compras, miras los quesos expuestos. ¡Se te hará la boca agua! No sabrás qué probar, aunque al final decides comprar un trozo de gouda de sabor afrutado, y continuar explorando. Tu nariz se estremece de excitación ¡al oler los arenques! Tan solicitados en los Países Bajos... ¡tú decides cómo continúa la comida!
4 p. m.: Siguiendo los pasos de Ana Frank
Al recorrer la Casa de Ana Frank, regresan a ti pasajes de su diario. La solemne quietud que reina en el museo te transporta a otro tiempo. Vas de una habitación a otra descubriendo el lugar en el que vivió la pequeña niña alemana, escondida durante dos años, en la Segunda Guerra Mundial. Afuera, en el barrio Jordaan, la vida transcurre en paz.
7 p. m.: Te tomas una cerveza en un brown café en Jordaan
Te sientas a una de las rústicas mesas del Café Chris, el brown café (bar tradicional) más antiguo de Ámsterdam, y disfrutas de una merecida cerveza. Pueden oírse las divertidas y animadas conversaciones de los locales, apoyados en la barra. Los camareros te traen humeantes bitterballen para que los pruebes. ¿Qué son? Estas albóndigas de carne rebozadas son un típico pincho en los bares holandeses. ¡Relájate! Todavía te quedan días para disfrutar de Ámsterdam, pero este inicio de primavera parece prometedor.