Esquí en los Pirineos: aventura y bienestar entre España y Francia

Los Pirineos no son simplemente una cordillera que separa España y Francia, sino una serie de cumbres escarpadas y valles encantadores que, cada invierno, se cubren de un manto blanco, transformándose en un destino imprescindible para esquiadores y entusiastas de los deportes de nieve. En sus laderas se encuentran estaciones de gran prestigio internacional, como Baqueira-Beret, en el Pirineo español, y Saint-Lary-Soulan y Peyragudes, en territorio francés. Ambos países ofrecen un ambiente distinto, con pistas y actividades para todos los niveles, servicios de primera categoría y una gastronomía exquisita, todo ello envuelto en hospitalidad y tradición pirenaicas.

El Pirineo español, que abarca más de 400 km de cordillera entre Navarra, Aragón y Cataluña, ofrece un clima soleado, excelente calidad de nieve y paisajes invernales impresionantes. Sus servicios turísticos de alta calidad e infraestructuras modernas favorecen un ambiente más exclusivo y social, con actividades de apresquí prémium como vuelos panorámicos en helicóptero sobre el Aneto. Si bien es cierto que el esquí y otros deportes de nieve son los protagonistas, estas cumbres y valles también ofrecen una suculenta gastronomía de montaña regada con vinos locales para finalizar cualquier jornada. En España, una de las estaciones de esquí en los Pirineos más grande y emblemática es la elegante Baqueira-Beret.

Situada en el corazón blanco del Valle de Arán, Baqueira-Beret es una de las estaciones más reconocidas del sur de Europa. Desde que se fundó en 1964, con la inauguración del primer telesilla, no ha dejado de crecer, conservando su identidad montañesa. Se distribuye en 167 km esquiables con más de 100 pistas, y cuenta con tres zonas conectadas aptas para distintos niveles de habilidad: Baqueira, con pistas anchas y técnicas para esquiadores intermedios y expertos; Beret, con pendientes suaves, ideal para familias y principiantes; y Bonaigua, para los más aventureros, con fuera de pista y nieve polvo. Las pistas están perfectamente equipadas con remontes de última generación y sistemas de nieve artificial. La temporada comienza a mediados de diciembre, siendo febrero el mejor mes, cuando la nieve está en su punto máximo de calidad.

Baqueira-Beret es una joya para amantes de los deportes de nieve. Los grandes protagonistas son el esquí alpino, con 111 pistas, y el snowboard, con zonas de freestyle y el completísimo SnowPark de Era Marmòta. Otra modalidad muy demandada es el esquí de fondo o nórdico; en el Pla de Beret, con vistas magníficas del Aneto, encontrarás un circuito acondicionado que no depende de remontes, así que no te hará falta forfait. Un deporte especialmente apto para niños y principiantes son las travesías con raquetas de nieve, con las que te sentirás como «flotando» sobre la nieve. Y si buscas actividades algo más exclusivas, en los Pirineos podrás practicar heliesquí o subidas en helicóptero, mushing (trineos tirados por perros) o emocionantes rutas guiadas en motos de nieve con las que adentrarte en zonas de montaña inaccesibles.

Tras tanta actividad y aventura, es hora de disfrutar del apresquí, cuando esquiadores y acompañantes se reúnen para relajarse y disfrutar de veladas cálidas y acogedoras. La gastronomía local es tan sabrosa como contundente, con ejemplos como la olla aranesa, el civet de jabalí y los quesos artesanales, todo regado con los vinos del Somontano. Para darle un toque de estilo a la jornada, visita la terraza del exclusivo Moët Winter Lounge, junto al telesilla Jorge Jordana, y celebra la bajada con una copa de champán.

Si prefieres una experiencia más cultural y familiar, descubre algunos de los pueblos más bonitos del Valle de Arán, como Vielha, Arties o Salardú, con sus tradicionales casas de piedra, calles empedradas e iglesias románicas. Vielha, la localidad principal del valle, situada a unos 15 minutos en coche desde Baqueira, también está plagada de tiendas y restaurantes, y su oferta de ocio nocturno es variada y muy animada.

Si buscas un ambiente más relajado, con un enfoque hacia el bienestar, el Pirineo francés es un destino imprescindible. Caracterizado por la autenticidad de sus pueblos de montaña y una marcada cultura termal, este maravilloso entorno natural hará las delicias de los que buscan deporte, relax y, por qué no, buena mesa. A este lado de los Pirineos, esquiar es algo más asequible, aunque las instalaciones son igualmente excelentes. Entre sus 30 estaciones destacan Saint-Lary-Soulan, ideal para familias y esquiadores de todos los niveles, y Peyragudes, accesible desde el idílico pueblo de Loudenvielle.

Cruza la frontera hacia Francia y sumérgete en el mismo entorno natural majestuoso pero con un aire más sosegado. La estación de Saint-Lary-Soulan, en el valle de Aure, combina servicios modernos y tradiciones montañeras, y es una de las favoritas para disfrutar del esquí en los Pirineos con niños. Dispone de 24 remontes mecánicos y más de 100 km de pistas distribuidas en tres sectores: Pla d’Adet, ideal para principiantes y equipada con guarderías; Espiaube, para esquiadores expertos; y Vignec, de hasta 2515 m, conectada con el pueblo en teleférico. También encontrarás instalaciones de snowpark y freeride, circuitos para raquetas y rutas señalizadas de esquí de fondo, además de escuelas de esquí y alquiler de material, tanto en la estación como en el pueblo.

Si prefieres una estación algo más pequeña, pero con las mismas instalaciones modernas y vistas majestuosas, Peyragudes se encuentra a unos 30 minutos en coche de Saint-Lary-Soulan, en el valle de Louron. Cuenta con unos 60 km de pistas de esquí alpino y varios remontes, entre ellos, el moderno telecabina Skyvall, que conecta el pie de pistas con el pueblo de Loudenvielle en apenas 10 minutos. Aprovecha al máximo cada segundo en la nieve y alójate en el hotel Mercure Peyragudes Loudenvielle Pyrénées. Tiene una ubicación fantástica con acceso directo al Skyvall, además de ofrecer spa privado y experiencias gastronómicas. En Peyragudes encontrarás el mismo ambiente relajado que en Saint-Lary, aunque con menos aglomeraciones y un toque más parecido a un resort, el destino ideal para disfrutar del esquí y la naturaleza.

Cuando acaba la aventura en las pistas, empieza la diversión fuera de ellas. El apresquí en esta zona del pirineo francés, plagada de tiendas de artesanía, chocolaterías y bistrós acogedores, tiene un carácter más relajado y está fuertemente orientado hacia los tratamientos termales. No te pierdas el centro termal Balnéa en Génos, junto a Peyragudes, el complejo termolúdico más grande de la región con varias áreas termales temáticas. En Saint-Lary, alójate en el hotel Mercure Saint-Lary, con zona de bienestar, y el nuevo spa Nuxe, especializado en tratamientos y masajes. Aquí también podrás degustar algunos de los productos típicos junto al calor de la chimenea, como el foie gras, la raclette, la tartiflette (patata, nata y queso fundido) y los vinos del suroeste francés.

Estas tres estaciones te ofrecen la posibilidad de disfrutar de actividades en la nieve en ambientes distintos, pero siempre al abrigo de estas imponentes montañas pirenaicas. Cada valle, español o francés, tiene su propio encanto, y cada descenso, paseo en trineo, experiencia termal o velada junto al fuego nos transporta a un paraíso invernal de sofisticación y hospitalidad incomparables. Porque esquiar en los Pirineos no es solo un deporte, sino una experiencia para los sentidos.