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¿Cuáles son los hoteles que están abiertos en Latinoamérica?

En América Latina la situación no es diferente. Actualmente, la posibilidad de que algunos hoteles re abran son cada vez más cercanas y ante la inexistencia de un criterio unificado hay que visualizar el caso concreto de cada país.

Algunos de los rubros más golpeados desde que la OMS declaró el estado de pandemia hace casi tres meses, han sido el turismo y el hotelería. En este tiempo la gran mayoría de los recintos han debido permanecer cerrados y solo un pequeño número de ellos ha intentado adaptarse a la contingencia para captar la escasa demanda. En América Latina la situación no es diferente. Actualmente, la posibilidad de que algunos hoteles re abran son cada vez más cercanas y ante la inexistencia de un criterio unificado hay que visualizar el caso concreto de cada país.

El cierre masivo de hoteles

La clausura de las fronteras en marzo de este año, por la amenaza de la proliferación del virus COVID-19, trajo como consecuencia el éxodo de turistas a sus respectivos países en masa. Incluso, muchos de ellos tuvieron que ser repatriados en vuelos humanitarios, gestionados en las respectivas embajadas. 


 

Además de la ausencia de turistas extranjeros, las medidas de aislamiento social establecidas en la mayoría de los países de Latinoamérica, anularon también el turismo interno, obligando a cerrar cerca del 98 % de los establecimientos de hospedaje y hostelería, ante la ausencia de pasajeros o condiciones mínimas para operar.

 

Si bien en Europa se comienza a re abrir comercios y fronteras, incentivando el turismo interno e incentivando la visita de extranjeros; en el otro lado del hemisferio, en vísperas del invierno sudamericano, la situación es diferente y depende de las disposiciones de cada gobierno.


¿Cuáles son las reglas internas de cada país?

Colombia, re apertura gradual de hoteles


En Colombia, ante el aumento de los contagios se optó por aumentar la cuarentena nuevamente. Esta medida mantiene la prohibición del desplazamiento en todo el territorio nacional, en aras de un distanciamiento social eficiente; prolongándose la cuarentena obligatoria hasta el primero de julio. 


Esta cuarentena excepciona a 41 actividades, que pueden realizarse reuniendo ciertos requisitos. En el caso de la hotelería, solo puede llevarse a cabo para prestar servicios a huéspedes que ejerzan funciones destinadas a la lucha contra el virus, como profesionales de la salud. Es decir, los hoteles no están abiertos al público. Por otro lado, permite que los restaurantes ubicados dentro de los recintos funcionen exclusivamente para los huéspedes y también bajo la modalidad de deliverys.

En contrapartida a esta reglamentación general, en Medellín se aprobó para el día 1 de junio, la activación de un plan piloto para la re apertura gradual de hoteles, con el objetivo recibir huéspedes locales.


Se espera que los vuelos de retomen a partir del primero de septiembre y que para entonce la actividad pueda aumentar a un 25%. Mientras tanto, se han pulido los protocolos de seguridad estableciéndose un sello de garantía para todos aquellos establecimientos que cumplan con los requisitos, siendo la principal intención que se recupere la confianza de los huéspedes. 

Hotel abierto en Colombia

Chile, cuarentena seccionada

En Chile, según cifras de la Asociación chilena de Hoteleros, solo el 2% de los nueve mil recintos presentes en el territorio nacional permanece abierto. Este pequeño grupo ha intentado captar la demanda de la pequeña población flotante que quedó a la deriva por el cierre masivo de establecimientos. Se trata de personas que por razones laborales o situaciones específicas deben permanecer en el país o en otra ciudad distinta a su domicilio. Los llamados huéspedes de larga estadía. 
Para poder atender en estas condiciones hubo que hacer una serie de modificaciones de carácter sanitario para evitar la propagación del virus. Ejemplo de ellos un hotel, en la comuna de Vitacura, en Santiago. Este hotel solo tiene ocupadas 10 de las 72 plazas disponibles y a debido implementar un estricto programa de medidas que implicó sacar alfombras de habitaciones, limpiar los espacios en turnos rotativos y establecer medidas de aislamiento social. Para evitar contacto entre los huéspedes se sirven las tres comidas diarias en las respectivas habitaciones y hay un monitoreo de temperatura constante para huéspedes y para el personal. 
Hay que destacar que en el austral Chile no se estableció una cuarentena total desde el principio, sino que se implementó casi a los pocos días del cierre de fronteras un sistema de toque de queda nocturno. El desplazamiento diurno por todo el país continuó con normalidad. La situación cambió hace unas semanas cuando se decretó la cuarentena obligatoria para algunas comunas de Santiago; medida instaurada para frenar la curva de contagio, una de las más altas del continente. A la fecha casi la totalidad de las comunas de la región metropolitana se encuentran bajo la mega-cuarentena obligatoria, reuniendo casi el 80% de los infectados. 
En este nuevo panorama, por orden directa del ejecutivo chileno, se decretó que las reservas realizadas con anterioridad en alguno de los pocos hoteles abiertos en las comunas bajo cuarentena se cancelan, prohibiendo el ingreso de cualquier persona que no habita en la comuna o que su presencia no sea expresamente necesaria. 
En el resto el país hay una aparente calma, al no existir prohibiciones expresa para el rubro. Hoteles históricos de provincia como El Araucano en Concepción han actualizado sus protocolos sanitarios e intentan permanecer abiertos, pero la gran mayoría de establecimientos medianos y pequeños han tenido que cerrar ante la nula presencia de huéspedes. 
Por otro lado, hoteles tradicionales de Viña del Mar se han convertido en residencias sanitarias para ayudar a descongestionar el sistema de salud que ya se comienza a colapsar.
Los representantes del gremio hotelero claman por ayuda del Estado mientras se presume que durante todo el invierno la situación no mejore y el pic de contagios llegue en julio. Por lo que no hay fecha tentativa para una re apertura de las fronteras, pero si se ha manifestado la voluntad de Chile de sumarse a la propuesta de Prosur para hacer una apertura coordinada de las fronteras para Latinoamérica aunque sin fecha determinada. Extraoficialmente se habla de septiembre como tentativa. 
 Hotel abierto en Chile

Argentina, la necesidad de reinventarse 

Uno de los países donde se tomaron medidas preventivas de forma más eficiente fue Argentina. La intención del ejecutivo fue aplanar la curva de contagios y en ese sentido es el país que menos cantidad de contagios y decesos presenta en la región en proporción a la cantidad de habitantes.
La media principal que se implementó en Argentina fue cuarenta obligatoria para todo el país, por lo que los desplazamientos internos fueron reducidos a lo indispensable, con bastante control policial en los accesos a las ciudades. Las fronteras se cerraron inmediatamente. Ante este panorama, la mayoría de los hoteles tuvo que cerrar.
 Algunos de los tradicionales “telos”, como se llaman a los moteles en Argentina, han convenido con el gobierno federal y provincial de Buenos Aires prestar servicios de hoteles para la población flotante de médicos y enfermeros que se han desplazado a zonas alejadas para trabajar a tiempo completo en recintos hospitalarios. En estas zonas de la provincia no había recintos que pudieran dar alojamiento al personal y esta entrada está salvando de la quiebra a pequeños empresarios.
En Capital Federal, con la actividad turística completamente en cero, ya son varios los hoteles que se suman a colaborar de alguna u otra forma con el ejecutivo, sobretodo para recibir a personas que no pudieron salir del país antes que cesaran los vuelos. El gobierno de la ciudad de Buenos Aires está pagando 10 dólares aproximadamente por cada repatriado que se aloje para hacer el aislamiento obligatorio de 14 días; algo muy inferior a las tarifas que se acostumbra, pero que ayuda a los hoteles a permanecer abiertos y paliar los costos que implica la total ausencia de pasajeros. También al tener habitaciones disponibles han ofrecidos de forma gratuita plazas a profesionales de la salud, como forma de aportar en la lucha contra el COVID-19.
Otra forma que encontraron algunos hoteles importantes, fue alquilar habitaciones equipadas con cocina y wi fi como apart hotel por temporadas de cuatro meses, con el objetivo de captar la población flotante de extranjeros con recursos que están varados, profesionales que están desarrollando alguna actividad específica y no tenga domicilio e inclusos para personas que se divorciaron en medio de la pandemia.
Por otro lado en el resto de las provincias argentinas la situación es mucho más alentadora. En Jujuy por ejemplo ya se habla de retomar las actividades normales y comenzar a fomentar el turismo interno, al cumplirse 50 días sin contagios.
En Santa Fe y Entre Rios se ha solicitado al ejecutivo provincial reanudar la actividad hotelera ante la considerable baja de la cantidad de los infectados, un 20 % en todo el resto del país ajeno al gran Buenos Aires. 

¿Cuánto tiempo más podría durar la cuarentena?

Las proyecciones no son del todo negativas para Latinoamérica. En el gremio se habla de la reinvención hacia un turismo post pandemia que ponga énfasis en actividades al aire libre, respetando la distancia social. Se están realizando incentivos para vacaciones futuras. Las ofertas que se manejan van desde un 30% a un 50 % de descuentos. Y las comprar podrán ser usadas hasta junio de 2021 inclusive. Se espera que los destinos al interior del país sean los que predominen en el mundo post pandemia. En Corrientes ya decretaron la fase 5 y esperan la apertura gradual de comercios restaurantes y hoteles.
Se ha especulado que las fronteras podrían estar abriéndose en septiembre por la autorización de la venta de pasajes, lo cuál es probable según las proyecciones de cuando debería acabar la pandemia en Argentina, pronóstico similar para Chile y Colombia.

Protocolos de seguridad, la nueva normalidad

Ante la necesidad de certezas en los tiempos de pandemia los hoteles están apostando en el establecimiento de protocolos concisos que puedan ser aplicados en los diferentes niveles de atención y que permitan brindar la certeza para desarrollar la actividad con seguridad para los pasajeros y los trabajadores.

Accor a la vanguardia

Por otro lado, grandes grupos como los hoteles Accor, han establecido medidas obligatorias para todas sus cadenas de hoteles en el globo, estableciendo sistemas externos de auditoría. Estos protocolos han servido como ejemplo para establecimientos de todo el mundo y están encaminados a profundizar en las medidas de sanitización existentes, aumentando la frecuencia de limpieza de espacios comunes y de habitación, con limpieza de grado hospitalario. Además se ha establecido procedimiento de lavados a altas temperaturas de alfombra y similares. 
También se está avanzando en una capacitación intensiva a todos los trabajadores en materias de salud e higiene, para brindar las herramientas necesarias para que puedan desempeñarse con el máximo de eficiencia.
En cuanto a los huéspedes se busca que se cumplan las disposiciones de aislamiento social en todas las áreas comunes, respetando las distancias establecidas. También se les proporcionarán de parte del hotel elementos de sanitización personal y máscaras para ser usadas en los puntos de contacto. Se dispone de chequeos de temperatura para los huéspedes, alfombras desinfectadas y formas de pago donde se evite el contacto.
También se establece por protocolo la re apertura gradual, según las reglamentaciones de cada país de bares y restaurantes. Se pone énfasis en la distancia entre mesas y un máximo de personas por mesa/grupo. Todos los trabajadores deberán usar máscaras y guantes en la cocina, y sanitizadores en formato gel tendrán que estar siempre disponibles.
Cómo última medida, el protocolo de Accor establece la asistencia médica global para los huéspedes, a cargo de AXA, empresa líder en el rubro.

Conclusión

La pandemia sigue ensañándose con el rubro del turismo y la hotelería; y para Latinoamérica todavía queda superar el invierno para poder volver a hablar de cierta normalidad. Lo cierto es que mientras estén las fronteras cerradas y los vuelos cancelados hay pocos chances de una re activación real.
Por otro lado la industria toma conciencia de la importancia de que debe adaptarse a la nueva normalidad para volver a operar y poder brindar a los huéspedes la tranquilidad necesaria. En este sentido es clave comprender que un nuevo paradigma se está estableciendo y países como Argentina se proyectan hacia el consumo interno, con preponderancia de la búsqueda de actividades al aire libre en grupos reducidos de personas. 
En todo caso habrá que ver como evoluciona la situación día a día y semana a semana. Medidas como las de grupos como Accor son clave para ir tanteando terreno, ante un panorama incierto e inestable.
Una certeza es que no bastará solo con sobrevivir estos meses que quedan, es necesario una vez concluida la crisis, otorgar confianza a los huéspedes mediante la aplicación de protocolos estrictos.

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