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7 secretos para enamorarte de Bilbao

Fue elegida como la Mejor Ciudad Europea 2018, un reconocimiento que otorga anualmente la organización internacional de la Academia de Urbanismo. Con todo, es sólo otro de los muchos méritos que esta ciudad se merece por su esencia única y por esos otros detalles que hacen que sea un destino para enamorarse

Una visita a Bilbao más allá de lo típico

Uno puede haberse enamorado de esta ciudad antes incluso de poner un pie sobre territorio vizcaíno. En el momento de hacer la reserva en el extraordinario hotel Mercure Bilbao Jardines de Albia ya es posible sentir ese cosquilleo que nos producen los destinos que siempre estuvieron en la lista de planes por cumplir. Pero si esta ciudad es especial por todos esos lugares que ya se conocen de antemano (el Museo Guggenheim, el Casco Viejo, la Plaza Nueva, el Mercado de la Ribera…), más lo es aún por estos siete lugares que no siempre se incluyen en los recorridos turísticos.

1. El barrio de Irala. El proyecto promovido por el empresario Juan José Irala en 1908 se inspiró en los modelos británicos de urbanizaciones periféricas para la clase media y obrera. La idea inicial no se completaría hasta 1916 con un barrio de casas adosadas de fractura neovasca, fachadas coloridas, pequeños jardines y patios particulares que recuerdan a las casas inglesas.

2. El Museo de Reproducciones. Las hermanas gemelas de las esculturas clásicas más populares de Europa tienen su hogar entre las paredes de este museo. Es un buen lugar para quitarse la espinita cuando todavía no ha surgido la oportunidad de visitar el Museo del Louvre, el Museo Británico o los Museos Vaticanos.

3. El Museo Vasco. Desde los misteriosos orígenes de los vascos hasta la actualidad hay muchos siglos de historia por conocer. El Museo Arqueológico, Etnográfico e Histórico Vasco hace que este recorrido sea muy ameno y enriquecedor incluyendo en su muestra obras que abordan la actividad humana en la zona desde diferentes perspectivas.

4. Las estaciones de Atxuri y Abando. Se ubican prácticamente una frente a la otra sólo que en las dos riberas opuestas del Nervión. La de Atxuri destaca por su arquitectura neovasca y los escudos de Bizkaia, Gipuzkoa y Álava de la fachada. En la segunda las protagonistas son la colorida obra de la Unión de Artistas Vidrieros de Irún y las esculturas de Agustín Ibarrola.

5. El chill out de Zorrotzaurre. Para quienes anden buscando un rinconcito de la ciudad en el que tomarse la tarde libre, esta improvisada zona chill out en el barrio de Zorrotzaurre y junto a la ría les vendrá de maravilla. Hay quienes en los días más calurosos hasta se animan a darse un chapuzón.

6. La piscina del Azkuna Zentroa. Esta peculiar piscina pública se encuentra en el interior de un antiguo almacén de vinos transformado en centro cultural. Aparte de que el edificio tiene una arquitectura muy atractiva, la particularidad de la piscina es que se ubica en un tercer piso y su fondo transparente se puede observar desde el patio interior del inmueble.

7. El Nervión desde una piragua. Una buena fórmula para obtener otra perspectiva de la ciudad es recorrer el Nervión en canoa. Las empresas que ofrecen esta actividad suelen plantear recorridos diferentes en función de los intereses del cliente y de sus ganas de remar. Las tranquilas aguas de la ría de Bilbao son estupendas para hacer un poco de ejercicio mientras se tiene la oportunidad de contemplar desde abajo el Museo Guggenheim, el Puente de La Salve o el Paseo de la Memoria.

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