¿Cuáles son los 7 secretos que ver en Bolonia?
Si en tu ruta por el norte de Italia has decidido hacer una parada de un día en Bolonia, ¡estás de suerte! Es todo lo que necesitas para conocer sus 7 secretos antes de regresar al hotel Mercure Bologna Centro y disfrutar de un merecido descanso. Y es que, aunque puedas realizar esta ruta en tan solo una jornada de viaje, tienes mucho recorrido por delante si quieres desvelar todos los misterios antes de que acabe el día.
1. La Finestrella o Canale di Reno
¿Sabías que en su momento Bolonia fue una ciudad atravesada por canales? En la actualidad solo se conserva el Canale di Reno. ¿No lo has visto? Eso es porque para ello debes asomarte a una pequeña ventana, la finestrella, ubicada en la Via Piella 18. Precisamente aquí puedes encontrar una placa que explica la presencia de canales subterráneos en la ciudad, empleados para el transporte de mercancías y para el funcionamiento de los molinos en los talleres.
2. La Casa Stagni y sus peculiares anuncios
El consumo de cannabis no es, ni mucho menos, un invento moderno. En la Bolonia medieval incluso existían establecimientos en el que lo comercializaba. En la Via Independenza, bajo los pórticos de la Torre Scappi, hay todavía ‘anuncios’ que así lo constatan. Panis vita, canabis protectio, vinum laetitia: “El pan es vida, el cannabis es protección, el vino es alegría”, reza una de las tres curiosas frases que encontrarás en el techo en forma de fresco.
3. La representación más realista de Neptuno
A la iglesia no le hizo demasiada gracia la representación tan realista que había hecho de Neptuno el escultor Giambologna. Obligado a cambiar los atributos del Dios del Mar por incompatibilidad de opiniones entre las dimensiones que debía tener, Giambologna aceptó reducir el tamaño de su miembro… pero no se dio del todo por vencido. Si se contempla la estatua desde cierta distancia y en cierto ángulo, los atributos de Neptuno no son solo más grande, sino que además se trata de una deidad erecta, en todos los sentidos.
4. El arco de los susurros
Las particularidades arquitectónicas de los pórticos del Palazzo del Podestà, junto a la Piazza Maggiore, facilitaron durante mucho tiempo la labor de los curas de Bolonia. El pasillo formado por las estatuas de San Doménico y San Petronio se convirtió en lugar de confesión. ¿Por qué motivo? Con el cura bajo una de las estatuas y el feligrés bajo la otra, se podía escuchar la confesión de este sin necesidad de acercarse más de lo necesario. El arco se encargaba de transmitir los susurros de un lado a otro y de este modo se evitaba el contacto directo con los enfermos.
5. La enigmática luz de Petronio
Los arquitectos de la basílica de San Petronio demostraron tener unos increíbles conocimientos de astronomía. Tanto es así que la meridiana solar ubicada en el suelo del templo funciona con una precisión sorprendente. El haz de luz que se filtra a través de un agujero en la fachada indica siempre la fecha exacta al proyectarse sobre el suelo.
6. Las tres flechas
Hay que tener una vista prodigiosa y mucha paciencia para descubrir este secreto de Bolonia. En el pasaje Corte Isolani, al lado de la Strada Maggiore, se erige una estructura de madera con tres flechas clavadas. Cuenta la leyenda que están ahí a raíz de que unos maleantes que iban a asesinar al hacendado se despistaran con la silueta de una mujer desnuda en una de las ventanas y dispararan sus fechas sin acertar en el objetivo. Cuesta encontrarlas, pero, después de muchos siglos, ¡todavía están ahí!
7. El diablo de Santo Stefano
¿Imaginas que le pides a un artista que esculpa la cara de tu familia en la fachada de casa y te planta el rostro del diablo? Al parecer, eso es lo que sucedió en una casa de la Via Santo Stefano. Aparte de retratar a los miembros de la poderosa familia que habitaba el palacete, el escultor se tomó la licencia de incluir la cara de un diablo, alegando que en aquel lugar habitaba el mal.
