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ITINERARIO EXPRÉSS EN LA ISLA DE MALTA

Qué ver y qué hacer en Malta en 3 días

TODO LO IMPRESCINDIBLE PARA TU ESCAPADA

Con sus 300 días de sol al año y sus temperaturas estables, este es un destino sensacional para regalarse una escapada viajera en cualquier momento. La cercanía entre las principales islas que componen el archipiélago y las características de la geografía del país permiten conocer sus principales atractivos en una visita express. Esta breve guía explica qué hacer en Malta en 3 días para no perderse nada de lo imprescindible.

Día 1: un viaje a la Prehistoria

Conviene empezar fuerte esta ruta express por Malta, de manera que el primer día arrancará con uno de los grandes atractivos del viaje: los templos megalíticos. Estas construcciones se encuentran diseminadas por todo el territorio y, aunque las distancias no son largas, habrá que desplazarse a varios puntos de la isla principal. 
En cualquier caso, es posible hacerse una idea de la magnificencia de estos santuarios visitando los dos más impactantes y mejor conservados: el templo de Tarxien, con originales adornos en sus piedras, y el de Ħaġar Qim, con un megalito de más de 57 toneladas de peso. Lugares envueltos en el misterio que hacen retroceder al viajero casi 7.000 años en la historia de la Humanidad. 
De regreso al presente se pueden visitar uno de los pueblos más populares del sur de la isla: Marxalokk. Esta colorida aldea de tintes marineros es famosa por sus embarcaciones tradicionales, los luzzu, en las que nunca faltan en el casco los Ojos de Osiris, un símbolo de protección introducido en la cultura maltesa por los fenicios. Este es también un buen lugar para hacer una pausa y degustar los mejores platos de pescado fresco del país antes de acercarse a St. Peter’s Pool para acabar la jornada con un baño y un espléndido atardecer. 

Día 2: dragones, cuevas y playas paradisíacas

El segundo día estará más dedicado al Mediterráneo y a todos los encantos que le tiene reservado al viajero en estas latitudes. El punto de partida será la localidad de St. Julian, un estupendo lugar en el que alojarse durante unas vacaciones en Malta. El hotel Mercure St. Julian's Malta se encuentra muy cerca de la primera parada de la jornada: la Cueva Dragonara o Cueva de Harq Hamiem.
De esta formación rocosa en las entrañas de la tierra se cuenta que fue el hogar de un temido animal marino con forma de serpiente que tuvo atemorizados durante mucho tiempo a los habitantes de la isla. Desde aquí resulta muy cómodo ascender por la principal carretera de Malta con rumbo al norte para visitar la vecina isla de Gozo, no sin antes hacer una parada en Popeye’s Village, el original pueblo pesquero que sirvió de escenario en el rodaje de la película homónima de 1980, y la Blue Lagoon de la isla de Comino, una piscina natural de cautivadoras aguas turquesa. 
La isla de Gozo es mucho más pequeña que Malta y sus principales encantos naturales se encuentran en el mar interior de Dwejra, a pocos metros de donde se localizaba la mítica Ventana Azul, desaparecida tras una tormenta en 2017; el valle de Ghasri, un estrecho brazo de mar que se asemeja a los fiordos noruegos y las salinas de piedra de Qbajjar, al norte de la isla. De vuelta al sur habrá que hacer parada obligatoria en la capital insular, Victoria, para recorrer su emblemática ciudadela y disfrutar de las delicias culinarias de sus puestos callejeros. 

Día 3: la capital y sus alrededores

Una última jornada de turismo urbano servirá para retornar a casa con un amplio conocimiento de la historia, las tradiciones y la gastronomía maltesa. La Valetta es una capital pequeña pero con grandes atractivos artísticos y culturales. Es imprescindible la visita a la Concatedral de San Juan y al Palacio del Gran Maestre, dos edificios que simbolizan la importante presencia de la Orden de los Caballeros de Malta en estas tierras. 
Aunque esta parte de la bahía también cuenta con su fuerte, es más interesante visitar los del otro extremo del Gran Puerto: el fuerte de St. Michael, con originales ojos y orejas tallados en su estructura, y el de Ricasoli, uno de los grandes bastiones defensivos durante el asedio de los otomanos a mediados del siglo XVI. Es además la excusa perfecta para hacer un recorrido por “Las tres ciudades de Malta”: Senglea, Vittoriosa y Cospicua
El día puede acabar de forma relajada con una visita a la elegante ciudad de Mdina, antigua capital del país, famosa por sus históricos cafés y salones de té como el Fontanella Tea Garden, en la parte más alta de la muralla. El punto final a este recorrido por lo mejor de Malta lo pondrá la puesta de sol en los acantilados de Dingli, que con sus 250 m de altura ofrecen unas de las panorámicas más espectaculares sobre el Mar Mediterráneo. 

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