Sólo hay que mirar con atención para darse cuenta de que un angosto sendero discurre por las alturas desafiando a la Ley de la Gravedad. No obstante, ésta fue hasta no hace mucho una peligrosa ruta de trekking. Tras un importante trabajo de rehabilitación, esta maravilla natural en el corazón de Málaga es accesible a todos los viajeros, ¡a menos que tengas vértigo!
Una experiencia única a 100 metros de altura
A su paso por el Paraje Natural del Desfiladero de Los Gaitanes el río Guadalhorce va dibujando un serpenteante canal de 700 metros de profundidad. Se trata de un medio natural complejo, accesible únicamente a pie y tras una larga caminata. Pero, ¿qué es eso para un aventurero como tú? Teniendo en mente la imagen de la recompensa que te espera, los ánimos no decaerán en todo el recorrido.
Completar el Caminito del Rey te llevará en torno a las 5 horas (incluyendo el tiempo de espera por el autobús lanzadera y el acceso a la zona de control) a lo largo de un circuito no lineal de unos 8 kilómetros. Así que es recomendable que salgas temprano de tu habitación en el ibis Málaga Centro Ciudad porque te esperan unos 50 kilómetros de carretera antes de llegar al punto de inicio.
El camino ha sido totalmente rehabilitado y no presenta ninguna dificultad destacable. Eso sí, transcurre por túneles y pasarelas de madera ancladas en las paredes del desfiladero que en ocasiones superan los 100 metros de altura. Pero a menos que el vértigo sea un verdadero problema, disfrutarás cada paso de este magnífico recorrido. Un paisaje sobrecogedor en las entrañas de la naturaleza y unas fotografías espectaculares con las que vas a hacer que ardan tus cuentas en las redes sociales.
¿Y por qué ese nombre tan peculiar?
La presencia humana en este paraje natural se remonta a la época prehistórica. Pero el nombre que hoy recibe este paraje repleto de yacimientos neolíticos es relativamente moderno. La construcción de una central hidroeléctrica en la zona obligó a la canalización de agua desde los embalses del norte hasta El Chorro. Como apoyo a esas infraestructuras se diseñó una red de caminos por toda esta área a fin de garantizar el mantenimiento del canal. Fue el rey Alfonso XIII el que a principios del siglo XX inauguraría esta ambiciosa construcción en el sur de la Península, motivo por el que popularmente la ruta fue bautizada como el “Caminito del Rey”.
