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Bahía del Monte Saint Michel

Visita imprescindible en Normandía

Un aspecto curioso de la abadía del Monte Saint Michel es que, aunque nunca hayas estado allí, seguro que ya la conoces. No resulta complicado distinguir su peculiar silueta en lo alto del monte del que toma su nombre, una imagen cientos de veces reproducida en películas, series y revistas de viajes. Y es que la bahía del monte Saint Michel es un rincón de Normandía con muchos siglos de historia a sus espaldas que desde 1979 forma parte del Patrimonio de la Humanidad.

Apuntes del viajero: un recorrido por la bahía del monte Saint Michel

Algunas notas previas a esta escapada: ¿sabrías ubicar en el mapa la bahía del Mont Saint Michel? Dos cosas ya tienes claras: hay mar y hay monte. Aunque parezca obvio, en este destino son dos aspectos que hay que tener siempre muy presentes. Uno de los rasgos más característicos de la bahía son sus asombrosas mareas. Este fenómeno natural puede transformar el paisaje de la zona hasta el punto de que hay días en los que una enorme playa de 10 km es la protagonista y otros en los que el agua rodea por completo el monte y lo trasforma en una isla
Las aguas sobre las que se ubica la abadía son las del Canal de La Mancha, ese brazo del Océano Atlántico que separa Francia de Gran Bretaña y en el que se encuentran originales formaciones como esta. Aunque, para ser justos, hay que decir que la mano del hombre ha tenido mucho que ver en el aspecto majestuoso que hoy ofrece este peñasco rocoso completamente rodeado de agua según el capricho de la naturaleza. 
Teniendo en cuenta que todo lo que hay alrededor del monte son llanuras, la presencia de este accidente geográfico tiene algo de mágico. Tal vez ese fue el motivo por el que en el siglo X los monjes benedictinos decidieron instalarse en el lugar y comenzar la construcción de una abadía sobre las rocas. Tres siglos antes, y según cuenta la leyenda, el arcángel San Gabriel se le apareció al obispo de Avranches en este mismo lugar que, desde entonces, recibe el nombre de Monte Saint Michel. 
Con la construcción de la abadía se fue desarrollando en la falda del monte una pequeña aldea y el lugar iría ganando importancia, sobre todo por su estratégica ubicación. Tanto es así que se optó por la fortificación de la roca, algo que sirvió para truncar los planes de asedio británicos durante la Guerra de los Cien años o para que la isla se empleara como prisión durante la Revolución Francesa. 
El resurgir del monte y su abadía no se produciría hasta bien entrado el siglo XIX cuando, tras ser declarada Monumento Histórico, comenzarían las obras de remodelación. A partir de ese momento, algunos monjes decidieron retornar al lugar. En la actualidad solo unos pocos residen aquí de manera permanente, representando una cuarta parte de la población de la isla, apenas medio centenar de personas. 
¿Es posible visitar la roca como turista? ¡Por supuesto que sí! Desde La Caserne, el área turística a 2,2 km del monte, puedes acceder a pie o con los autobuses lanzadera que conectan el continente con la isla cada pocos minutos. El acceso en vehículo privado está limitado a los residentes, pero una vez que has atravesado las murallas dispones de todos los servicios esenciales para tu jornada de viaje. 

Dónde alojarse para visitar la abadía del Monte Saint Michel

El departamento de Mancha es uno de los enclaves costeros más visitados de la región de Normandía. Gracias a su popularidad internacional, no tendrás ninguna dificultad a la hora de encontrar tu alojamiento cerca del Monte Saint Michel
Desde las opciones más económicas para una noche hasta alternativas de categoría superior para pasar unos días de relax en este acogedor rincón de Francia, las opciones se adaptan a todos los perfiles de viajero. Hay una habitación esperándote en la bahía. ¿Ya tienes fecha para esta escapada? 

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