Viajar es una de mis pasiones, por eso me gusta hacer alguna escapada durante el año a alguna ciudad europea. Uno de los lugares que tenía en mi lista de pendientes, era Múnich, y como conseguimos entradas para el concierto de uno de nuestros grupos de música favoritos, esa fue la excusa perfecta para tachar Múnich de la lista.
El encanto de las calles de Múnich
Estaba muy emocionada con ese viaje y he de deciros que me encantó la ciudad, no sólo por lo bonita que es y la cantidad de historia que hay alrededor de sus calles, sino porque además la gente es muy amable y nos hizo un tiempo increíble casi todos los días.
Hace algunos años, cuando nos íbamos de viaje, cogíamos el mapa y hasta que no habíamos visto todo no volvíamos al hotel. Ahora, aunque recorremos las ciudades que visitamos, lo hacemos con más calma. Disfrutamos más de los rincones menos turísticos y nos perdemos por sus calles, algo que nos encanta. Y cuando estamos cansados, volvemos al hotel para recuperar fuerzas y continuar después.
Por eso, nos gusta escoger hoteles que estén bien situados y el hotel Sofitel Múnich Bayerpost, era la mejor opción para nosotros.
Está muy bien situado en el corazón de Múnich, por lo que todas las rutas que hicimos durante nuestra estancia fueron a pie.
El casco viejo de la ciudad está a menos de 20 minutos andando desde el hotel, por lo que, si el tiempo acompaña, merece la pena hacer este trayecto a pie observando la vida cotidiana de los alemanes, hasta llegar a la parte con más historia de la ciudad y donde se encuentran muchos de sus monumentos.
Plazas con encanto
La primera plaza que encontramos caminando desde el hotel fue Karlsplatz, una gran plaza construida en el siglo XVIII tras el derribo de la muralla medieval, de la cual aún se conserva la reformada puerta Karlstor, construida para dar acceso a la ciudad a través de su antigua muralla medieval y reconstruida con un atractivo estilo neogótico. Esta es una de las puertas más conocidas de Múnich, junto a Isartor y Sendlinger Tor.
Continuando el recorrido llegamos a Marienplatz, donde están algunos de los puntos más emblemáticos como el nuevo ayuntamiento y su carrillón que, a determinadas horas del día, capta la atención de quienes se encuentran en la plaza, ya que las figuras a tamaño real que lo componen realizan la conocida como, “Danza de Cooper” que conmemora el final de la peste. La Columna de Santa María y el antiguo ayuntamiento, son otros de los puntos de interés situados en esta plaza.
En los alrededores de esta plaza está la catedral de la ciudad y numerosas iglesias, así como un mercado enorme de alimentos en los que se pueden encontrar también flores y otros coloridos productos. Os hablo del Viktualienmarkt. Un espacio animado que atrae tanto a locales como turistas, donde se pueden comprar productos frescos, comer en alguno de sus puestos o tomar una refrescante cerveza en el Biergarten, un espacio al aire libre de los más famosos del centro de Múnich.
¿Enamorados de los parques alemanes?
Sin duda, una de las cosas que más me gustó de nuestra escapada a la ciudad alemana fueron sus parques. Desde Marienplatz puedes dirigirte a Odeonsplatz y pasear por Hofgarten, un agradable jardín de estilo italiano construido en la fachada norte de la Residencia durante el siglo XVII, que compone un verde oasis y un importante pulmón para el centro de Múnich.
Rodeado de setos y bajo la sombra de los tilos, este hermoso jardín renacentista se ubica en torno a una llamativa construcción, el Templo de Diana.
Aunque el verdadero pulmón verde la ciudad es el Englischer Garten situado a continuación del Hofgarten. Constituye uno de los parques urbanos más grandes del mundo, dividido en dos secciones. La parte norte tiene más afluencia de turistas y locales que van a pasear, relajarse o incluso hacer un picnic; mientras que la sur es más tranquila. Aunque si hay dos zonas concurridas, son las dos cervecerías que están al aire libre y allí se ubican.
Vida urbana y de compras en Munich
Al estar tan bien situado el hotel, también se puede ir dando un agradable paseo a las calles más comerciales de la ciudad, como Neuhauserstrasse y Kaufingerstrasse, una de las más antiguas y con más encanto de Múnich, que constituyen las dos principales arterias en cuanto a compras se refiere. Aunque si lo que buscáis son las tiendas más exclusivas, las tenéis a una media hora desde el hotel en Maximilianstrasse.
Y nada mejor para acabar la jornada que tomando una cerveza Augustiner, la más antigua de Alemania, en uno de sus locales muy cerca de Karlsplatz, a pocos minutos del hotel.
Prost!
Resumen de una ruta con encanto por Munich
Desde el Sofitel Munich Bayerpost dirígete hacia Karlsplatz, una gran plaza de la cual se conserva la puerta de la muralla, conocida como Puerta Karlstor, una de las más famosas.
Desde allí, continúa hacia Marienplatz donde podrás ver alguno de los emblemas de la ciudad como el nuevo y el viejo ayuntamiento, la Columna de Santa María o la catedral de Múnich. Construida sobre los restos de una antigua basílica romana, donde podrás ver en su interior la famosa “Pisada del Diablo”, una huella que según la leyenda fue dejada por el diablo durante su veloz huida cuando descubrió que había sido engañado por el constructor del templo.
Muy cerca de esta plaza, no puedes perderte uno de los mercados más grandes y animados de Alemania, el Viktualienmarkt, donde podrás disfrutar de buenos puestos de comida y de una de las terrazas más famosas de la ciudad para refrescarte tomando una cerveza.
Después de coger fuerzas, nada mejor que ir en dirección a Odeonsplatz y dar un paseo por Hofgarten, un bonito jardín de estilo italiano, donde se encuentra la Residencia de Múnich, antigua residencia oficial de los monarcas bávaros. A poca distancia de éste, vale la pena visitar el verdadero pulmón verde la ciudad, el Englischer Garten. Un lugar donde relajarse y disfrutar de la cultura alemana.
¡Vive y disfruta de la capital de la región de Baviera!
